Documentales

Animación del funcionamiento de una máquina Enigma

Durante la II Guerra Mundial, estas máquinas fueron muy empleadas para enviar mensajes cifrados, aunque no eran infalibles. En esta animación te revelamos algunos de sus misterios.

Referencia * muy historia *: http://www.muyhistoria.es/contemporan...

Máquinas Enigma

En 1936, Hitler le vendió a Franco un lote de máquinas Enigma.

 

Enigma D Comercial Española

Las máquinas Enigma fueron muy empleadas en el siglo XX para cifrar y descifrar mensajes, siendo muy famosas las de la Segunda Guerra Mundial. En este vídeo vamos a ver una que se adoptó en nuestro país durante la Guerra Civil.
Agradecimientos: Museo de la Ciencia de Valladolid

Referencia * muy historia *: http://www.muyhistoria.es

Funcionamiento en vivo Enigma M4

Operando la máquina de cifrado Enigma M4
Cortesia de: Historía de ciencia y tecnología

 

 

La curiosa guerra de Alan Turing

(2015) Las revolucionarias ideas del matemático facilitaron la derrota del nazismo. Alan Turing fue una de las mentes más brillantes del siglo XX, estudió matemáticas, lógica, computación, filosofía y criptografía. Fue uno de los padres de la inteligencia artificial y precursor de la informática que hoy conocemos. Tuvo un papel decisivo en la II Guerra Mundial. Lamentablemente murió en extrañas circunstancias dos años después de ser condenado por homosexual. Hoy en día tiene un amplio reconocimiento póstumo.

 

BBC Secretos De La II Guerra Mundial - El Código Enigma

Enigma era el nombre de una máquina que disponía de un mecanismo de cifrado rotatorio, que permitía usarla tanto para cifrar como para descifrar mensajes. Varios de sus modelos fueron muy utilizados en Europa desde inicios de los años 1920.

Su fama se debe a haber sido adoptada por las fuerzas militares de Alemania desde 1930. Su facilidad de manejo y supuesta inviolabilidad fueron las principales razones para su amplio uso. Su sistema de cifrado fue finalmente descubierto y la lectura de la información que contenían los mensajes supuestamente protegidos es considerado, a veces, como la causa de haber podido concluir la Segunda Guerra Mundial al menos dos años antes de lo que hubiera acaecido sin su descifrado.

La máquina equivalente británica, Typex, y varias estadounidenses, como la SIGABA (o M-135-C en el ejército), eran similares a Enigma. La primera máquina moderna de cifrado rotatorio, de Edward Hebern, era considerablemente menos segura, hecho constatado por William F. Friedman cuando fue ofrecida al gobierno de Estados Unidos.

La máquina Enigma fue un dispositivo electromecánico, lo que significa que usaba una combinación de partes mecánicas y eléctricas. El mecanismo estaba constituido fundamentalmente por un teclado similar al de las máquinas de escribir cuyas teclas eran interruptores eléctricos, un engranaje mecánico y un panel de luces con las letras del alfabeto.

La parte eléctrica consistía en una batería que encendía una lámpara de una serie de ellas, que representan cada una de las diferentes letras del alfabeto. Se puede observar en la parte inferior de la imagen adjunta el teclado, y las lámparas son los circulitos que aparecen encima de éste.

El corazón de la máquina Enigma era mecánico y constaba de varios rotores conectados entre sí. Cada rotor es un disco circular plano con 26 contactos eléctricos en cada cara, uno por cada letra del alfabeto. Cada contacto de una cara está conectado o cableado a un contacto diferente de la cara contraria. Por ejemplo, en un rotor en particular, el contacto número 1 de una cara puede estar conectado con el contacto número 14 en la otra cara y el contacto número 5 de una cara con el número 22 de la otra. Cada uno de los cinco rotores proporcionados con la máquina Enigma estaba cableado de una forma diferente y los rotores utilizados por el ejército alemán poseían un cableado distinto al de los modelos comerciales.

Dentro de la máquina había, en la mayoría de las versiones, tres ranuras para alojar los rotores. Cada uno de los rotores se encajaba en la ranura correspondiente de forma que sus contactos de salida se conectaban con los contactos de entrada del rotor siguiente. El tercer y último rotor se conectaba, en la mayoría de los casos, a un reflector que conectaba el contacto de salida del tercer rotor con otro contacto del mismo rotor para realizar el mismo proceso pero en sentido contrario y por una ruta diferente. La existencia del reflector diferencia a la máquina Enigma de otras máquinas de cifrado de la época basadas en rotores. Este elemento, que no se incluía en las primeras versiones de la máquina, posibilitaba que la clave utilizada para el cifrado se pudiera emplear en el descifrado del mensaje. Se pueden observar en la parte superior de la imagen los tres rotores con sus correspondientes protuberancias dentadas que permitían girarlos a mano, colocándolos en una posición determinada.

Cuando se pulsaba una tecla en el teclado, por ejemplo la correspondiente a la letra A, la corriente eléctrica procedente de la batería se dirigía hasta el contacto correspondiente a la letra A del primer rotor. La corriente atravesaba el cableado interno del primer rotor y se situaba, por ejemplo, en el contacto correspondiente a la letra J en el lado contrario. Supongamos que este contacto del primer rotor estaba alineado con el contacto correspondiente a la letra X del segundo rotor. La corriente llegaba al segundo rotor y seguía su camino a través del segundo y tercer rotor, el reflector y de nuevo a través de los tres rotores en el camino de vuelta. Al final del trayecto, la salida del primer rotor se conectaba a la lámpara correspondiente a una letra, distinta de la A, en el panel de luces. El mensaje de cifrado se obtenía por tanto sustituyendo las letras del texto original por las proporcionadas por la máquina.

Cada vez que se introducía una letra del mensaje original, pulsando la tecla correspondiente en el teclado, la posición de los rotores variaba. Debido a esta variación, a dos letras idénticas en el mensaje original, por ejemplo AA, les correspondían dos letras diferentes en el mensaje cifrado, por ejemplo QL. En la mayoría de las versiones de la máquina, el primer rotor avanzaba una posición con cada letra. Cuando se habían introducido 26 letras y por tanto el primer rotor había completado una vuelta completa, se avanzaba en una muesca la posición del segundo rotor, y cuando éste terminaba ...

 

Enigma. La máquina de los secretos

La máquina Enigma, utilizada en la II Guerra Mundial por el ejército alemán para el cifrado de todas sus comunicaciones, se ha convertido en un icono de la ingeniería de todos los tiempos. Con la limitada tecnología de la época, pero con un gran despliegue de soluciones algorítmicas y técnicas, fue capaz de conseguir un sistema de cifrado tremendamente eficaz, con un número astronómico de posibilidades de cifrado distintas y una complejidad tal que hizo pensar que sería imposible romperla, lo que le valió el sobrenombre de “la máquina del diablo”. Aún hoy en día, con los modernos ordenadores, resultan imposibles de descubrir algunos de los mensajes cifrados por ella. En la conferencia abordaremos el funcionamiento y la descripción pormenorizada de la máquina para poder comprender su grado de evolución técnica. También examinaremos cómo los polacos primero, y los británicos después, desarrollaron estudios matemáticos profundos y complejas tecnologías para poder descifrar los secretos alemanes, en uno de los episodios históricos de confrontación científico-tecnológica más intensos y cruciales para la historia posterior de Europa. Finalmente incidiremos sobre los hitos que han marcado este episodio de la ciencia: la consignación de ingentes recursos humanos y económicos al proyecto científico de romper los cifrados alemanes, la dedicación de las más brillantes mentes de la época y un esfuerzo acumulado de investigación y desarrollo tecnológico que finalmente ha dado lugar a un cambio de época en la historia de la tecnología: el paso de la tecnología electromecánica a la era de la computación digital, dando un salto de carácter exponencial sobre las tecnologías y métodos previamente existentes.

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Álvaro Martínez Sevilla - Profesor del departamento de Álgebra de la Universidad de Granada. Imparte docencia en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática y de Telecomunicaciones.

 

 

 



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